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Como el tema da mucho de sí, queremos únicamente dejar claro que, en oposición a la visión marxista, nosotros no creemos que la solución al problema de clases se acabe invirtiendo la pirámide, sino que creemos en una solidaridad de clases, llevada a cabo eficazmente mediante la regulación y control del Estado, asegurándose éste en acercar posturas y acabar con una desigualdad que entorpece el normal desarrollo de un pueblo.
No, creemos que España es inconcebible sin el reconocimiento de dichos idiomas y las culturas a los que van unidos. Comprendiendo España como un ente fundado por la unidad de pueblos hermanos, no vemos razón por la cual desprestigiar a nadie por su origen y condición; lo que nos lleva a considerar como españoles a todos aquellos que formen un destino común con sus semejantes. Exigimos respeto y voluntad de reconciliación para todos aquellos pueblos, por periféricos que sean, que conformando una identidad propiamente natural no dejan de ser hermanos, con quienes se comparte historia, cultura y destino.
España es lo que es gracias a que cada pueblo ha depositado su grano de arena, y no vemos razón de peso por la cual romper ese estrecho lazo que nos une a todos.
Haciendo para nosotros válidas las reflexiones sobre la violencia de Sorel, concluimos en el carácter movilizador que la violencia otorga a las masas. La violencia es una herramienta necesaria contra la propia violencia económica y los problemas que de ésta se deriven. Nuestras ideas no van destinadas a la violencia gratuita, a la exaltación de la agresión por henchir nuestro propio ego, sino que pretenden responder con violencia a lo que nosotros consideramos como un acto de violencia contra nosotros. La violencia es una fuerza inapreciable para cambiar las cosas hacia un mejor mañana.
“... ¿Quién ha dicho que cuando insulten nuestros sentimientos, antes de reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria”
José Antonio Primo de Rivera
No. Ahora, para nosotros, nuestro concepto de democracia dista mucho del actualmente establecido. La democracia es un sistema teóricamente ambiguo y que a menudo suele asociarse a la democracia liberal. La democracia actual se vale del interés capital, de los privilegios de clase burgueses, en el que el sistema de partidos y votos está relacionado con el capital disponible. El partido que más votos tendrá será siempre el que más capital invierta en divulgar su imagen a través de todo el entramado social y mediático. La democracia actual parte de la premisa: dinero es poder. Es el dinero quien mueve a esta democracia en el que la soberanía nacional solo interesa en la cercanía de las elecciones.
Nos posicionamos en contra del sometimiento entre naciones ya sea desde cadenas económicas, militares o culturales. Creemos que cada pueblo tiene derecho a tomar conciencia de si mismo y reclamar su derecho en la historia; y que en nombre de dicha conciencia aporte a la humanidad una herencia cultural e ideológica a la altura de las grandes civilizaciones. Para nosotros lo único exportable son las ideas, y es en nombre de ellas por la que aspiramos a un mundo de naciones soberanas y de corte socialista sin tener que renunciar a su propia cultura.