Instalar o Steam
Iniciar sessão
|
Idioma
简体中文 (Chinês Simplificado)
繁體中文 (Chinês Tradicional)
日本語 (Japonês)
한국어 (Coreano)
ไทย (Tailandês)
Български (Búlgaro)
Čeština (Checo)
Dansk (Dinamarquês)
Deutsch (Alemão)
English (Inglês)
Español-España (Espanhol de Espanha)
Español-Latinoamérica (Espanhol da América Latina)
Ελληνικά (Grego)
Français (Francês)
Italiano (Italiano)
Bahasa Indonesia (Indonésio)
Magyar (Húngaro)
Nederlands (Holandês)
Norsk (Norueguês)
Polski (Polaco)
Português (Brasil)
Română (Romeno)
Русский (Russo)
Suomi (Finlandês)
Svenska (Sueco)
Türkçe (Turco)
Tiếng Việt (Vietnamita)
Українська (Ucraniano)
Relatar problema de tradução
Y lo que pasó después, compa, no te lo vas a creer. El flexo cayó con un estruendo, ¡y el sonido que hizo fue como el de una hojalata golpeando el suelo! Fue como si estuviéramos en medio de una pelea de sumo entre dos dragones de Yakuza, pero en lugar de fuego, ¡solo había risas y más risas!
Desde entonces, compa, cada vez que escucho ese sonido de hojalata, no puedo evitar reírme como si fuera la primera vez. ¡Es como si volviera a revivir aquel momento épico en el que Fraga perdió la batalla contra el flexo!