Install Steam
login
|
language
简体中文 (Simplified Chinese)
繁體中文 (Traditional Chinese)
日本語 (Japanese)
한국어 (Korean)
ไทย (Thai)
Български (Bulgarian)
Čeština (Czech)
Dansk (Danish)
Deutsch (German)
Español - España (Spanish - Spain)
Español - Latinoamérica (Spanish - Latin America)
Ελληνικά (Greek)
Français (French)
Italiano (Italian)
Bahasa Indonesia (Indonesian)
Magyar (Hungarian)
Nederlands (Dutch)
Norsk (Norwegian)
Polski (Polish)
Português (Portuguese - Portugal)
Português - Brasil (Portuguese - Brazil)
Română (Romanian)
Русский (Russian)
Suomi (Finnish)
Svenska (Swedish)
Türkçe (Turkish)
Tiếng Việt (Vietnamese)
Українська (Ukrainian)
Report a translation problem
Llevo un tiempo pensando en cómo decirte esto, y creo que ya es hora de ser sincero con vos. No quiero que esto suene raro ni que te sientas incómoda, pero creo que es importante que sepas lo que siento.
La verdad es que me gustas. No te lo digo esperando nada a cambio ni para hacerte sentir presionada; simplemente quiero ser honesto. Me gusta cómo hablamos y la conexión que tenemos. Disfruto mucho nuestras charlas, ya sea en el colegio o por Instagram. Hay algo en vos que siempre me deja pensando después de que hablamos, algo que me hace querer conocerte más.
Lo más importante para mí es que te sientas cómoda. Me gustaría que, si no sientes lo mismo, podamos seguir siendo amigos, porque realmente valoro lo que tenemos.
Gracias por tomarte el tiempo de leer esto. Quería que lo supieras porque no me parece justo quedarme con algo así en el aire.
Y así, Reg y Marquitos vivieron felices para siempre, rodeados de garches, petusones y risas.