Lord Frisbee
 
 
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no deseo acordarme, vivía no hace mucho tiempo uno de esos caballeros que mantienen una lanza en astillero, astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo una corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y sábados, lentejas los viernes, y un palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto se fue con un jubón de tela fina y pantalones de terciopelo y zapatos a juego para las vacaciones, mientras que en los días de semana hizo una figura valiente en su mejor andar por casa. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina a los veinte, y un mozo de campo y plaza del mercado, que se utiliza para cargar a la corte, así como manejar la cuenta de descolgar. La edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años era borde, era de complexión recia, delgado, demacrado equipado, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que escriben sobre el tema), aunque por conjeturas verosímiles, se planicie que fue llamado Quexana. Esto, sin embargo, es de poca importancia para nuestra historia, sino que será suficiente para no desviarse un ápice de la verdad en la narración de la misma.
Comments
Papa Snuggles 10 May, 2012 @ 10:27pm 
Sorry about that bro, my internet went.