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En tanto más de la mitad de su provincia lucha por sobrevivir, este compañerx del norte se da el tupé de señalar con el dedo y cuestionar a quienes hemos expresado nuestra voluntad popular en las urnas, mientras que al mismo tiempo, con la otra mano, cliquea "empezar partida" en el Counter Strike. No se traguen esa vil farsa de que este sujeto es opositor al régimen actual. Se regocija con un pedazo de asado en la boca cada vez que puede por detrás del telón de la pobreza, aludiendo injustamente a que todos los disidentes bonaerenses somos responsables de las macanas del gobierno de turno.
¡Poné el inventario público, libertario! ¿Tanto te gusta lo privado?