Desde muy chico, siempre tuve un juego favorito: Zelda Ocarina of Time. Fue el primer juego que verdaderamente me atrapó. El primero que me introdujo a la narrativa y la construcción de mundos y situaciones que abarca un videojuego.
Esto fue así durante prácticamente toda mi vida de niño y adolescente, hasta que, en 2017, decidí comprar un juego indie. No lo conocía, no conocía a los desarrolladores. Me llamó la atención la dirección artística y me dije a mí mismo "¿Por qué no? Total, si no me gusta lo devuelvo".
Ese juego era Hollow Knight. Hollow Knight es, hoy en día, mi juego favorito. Es difícil describir en palabras lo que experimenté la primera vez que jugué este juego. Los escenarios, la música, su mundo laberíntico, su dificultad ascendente (y en algunas instancias frustrante, inclusive, hasta poder pasar un boss difícil), su lore complicado e interesante, sus pocas pistas para el jugador, sus controles tremendamente precisos. Todo en Hollow Knight me enamoró. Es un juego que revisito prácticamente todos los años, que compré dos veces en distintas plataformas, y que no puedo hacer más que recomendar encarecidamente a todo aquel que quiera vivir una experiencia sin igual.
Si te gusta la exploración, descubrir y hacer cosas a tu manera, perderte una y otra vez hasta encontrar el camino, jugar, al fin y al cabo, sin que te lleven de la mano, Hollow Knight es, sin lugar a dudas, para vos.

Desde muy chico, siempre tuve un juego favorito: Zelda Ocarina of Time. Fue el primer juego que verdaderamente me atrapó. El primero que me introdujo a la narrativa y la construcción de mundos y situaciones que abarca un videojuego. Esto fue así durante prácticamente toda mi vida de niño y adolescente, hasta que, en 2017, decidí comprar un juego indie. No lo conocía, no conocía a los desarrolladores. Me llamó la atención la dirección artística y me dije a mí mismo "¿Por qué no? Total, si no me gusta lo devuelvo". Ese juego era Hollow Knight. Hollow Knight es, hoy en día, mi juego favorito. Es difícil describir en palabras lo que experimenté la primera vez que jugué este juego. Los escenarios, la música, su mundo laberíntico, su dificultad ascendente (y en algunas instancias frustrante, inclusive, hasta poder pasar un boss difícil), su lore complicado e interesante, sus pocas pistas para el jugador, sus controles tremendamente precisos. Todo en Hollow Knight me enamoró. Es un juego que revisito prácticamente todos los años, que compré dos veces en distintas plataformas, y que no puedo hacer más que recomendar encarecidamente a todo aquel que quiera vivir una experiencia sin igual. Si te gusta la exploración, descubrir y hacer cosas a tu manera, perderte una y otra vez hasta encontrar el camino, jugar, al fin y al cabo, sin que te lleven de la mano, Hollow Knight es, sin lugar a dudas, para vos.